Prohibiéndoles el consumo de agua, reteniéndolas más horas de lo que implica su jornada laboral, realizando gestos obscenos y gritándoles en público es como el responsable del local de la reconocida Tienda Balbi y sus colaboradores más cercanos, ejercen presión, persecución y maltrato laboral contra sus empleadas. En consecuencia, el Centro de Empleados de Comercio del Neuquén, tomó conocimiento de denuncias policiales realizadas por los damnificados y se encuentra llevando adelante el asesoramiento y protección de dos empleadas, una de ellas con escasa antigüedad.
Ramón Fernández, Secretario Gremial de los trabajadores mercantiles, aseguró hoy que “lamentablemente, algunos compañeros tienen que atravesar situaciones de esta clase, en la que el personal jerárquico de algunas firmas, se creen en el derecho de amedrentarlos con la posibilidad de pérdida del trabajo, realizarle comentarios agraviantes o simplemente elevarles el tono de voz al simple efecto de destacar superioridad en el escalafón. Particularmente en Balbi, llegamos al extremo en que se le prohibió beber agua a una compañera”- dijo.
“El abuso de poder se manifiesta también con la violencia psicológica y configura una violación de los derechos humanos y laborales. Exigimos a los titulares de la firma una resolución positiva y urgente a este enorme flagelo que no sólo produce malestar entre los trabajadores sino que además genera disminución en la productividad, desaprovechamiento de capacidades, pérdidas económicas, desprestigio social”- finalizó Fernández.
Nota a Ramón Fernández, Secretario Gremial en : Con La Gente
Nota a Ramón Fernández, Secretario Gremial en : Contrafuego